Diario de la desolación

El silencio los atrapó. Los encontró abrazados, intentando sobrevivir en ese desierto. Los pilló desprevenidos y fue mezclándose entre ellos. El silencio puso una fecha de caducidad a esa relación. Las palabras, así como los besos y las caricias a la luna llena se fueron disipando. Enero. Febrero. Marzo... Un "hola, ¿qué tal?" se convirtió en cotidianidad. Abril. Una discusión. Mayo. Más palabras de odio. Junio. Se relajaron y se pidieron perdón. Julio. A pesar de todo, algo se había roto. Julio. Quizás fuera el corazón. Y si era así, no había reparación para ello. Agosto. Las discusiones vuelven a llamar a la puerta. Septiembre. Ya no podían más. Octubre. Miradas incómodas llenas de palabras perdidas. Noviembre. Y comienzan a buscar la felicidad en otras personas. Diciembre. Adiós.

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