0 comentarios

Caer y levantarse

Cuando nos ocurre algo malo, algo que no nos esperábamos sufrimos una especie de proceso de caída y recuperación. Caemos y nos levantamos. ¿Cuánto dura la caída? Depende de la gravedad del asunto y de la capacidad de autorecuperación de la persona. Hay gente que cae aún más en su desdicha y otras, que intentan olvidar enseguida, otras que que intentan ver el lado positivo... Pero a veces ese "algo" no tiene nada positivo o que es un problema que si lo vemos desde otra perspectiva tiene solución. Mi proceso de recuperación es el siguiente:
1. Estado de shock. No me lo creo, pienso que tiene que haber una equivocación. Intento buscar razonamientos para que haya podido ocurrir aquello.
2. Poco a poco soy consciente de la realidad y me enfado con el mundo.
3. Caída profunda. Es inevitable caer en este proceso. Todos hemos caído aquí. Nos desdichamos más, perdemos la esperanza, no hay solución. También podría llamarse "ceguera total". Nos decimos la poca suerte que tenemos, las cosas malas que nos están pasando... Esta situación empeora cuando alguien conocido que está pasando por una situación parecida a la tuya le va mejor que a ti. Nunca me he considerado celosa pero sí que lo soy. Ahora mismo siento envidia de esa amiga que tiene mejor suerte que yo. Y me hace estar peor, pensando que a mí las cosas no me van bien. Dos años esforzándome para luego hacerlo mal, tres meses esperando y ahora aún tengo que esperar más a algo que probablemente no suceda. Cuando me dieron la noticia estaba mi madre y cuando estaba en el proceso 2 me dijo que las cosas no suceden como queramos. Y ya lo sé, pero es normal que en un primer momento estés así. No puedes racionalizar tus sentimientos. No puedes evitar que cuando una ilusión se rompe estés triste y apagada. Ahora mismo estoy en este proceso, ya lo veis, estoy teniendo una actitud de autocompasión. Una manera de desahogarse es llorar. No me gusta llorar pero a veces es necesario. Unas personas gritan y se enfadan, otras lloran.
4. No perder la esperanza. Intentar buscar una alternativa. Después de la tormenta siempre llega la calma. Intentar pensar en positivo. Pero el problema de esto, es que la esperanza te devuelve la ilusión, una ilusión que te pueden romper en mil pedacitos. Así que hay que prepararse para lo bueno y para lo malo. Como bien dicen, es muy fácil hablar pero no llevarlo a la práctica. Y esto es algo prácticamente algo imposible. Cuando tienes esperanza, tienes una ilusión no piensas en los contra, en lo que te ha hecho estar en esta situación. Yo vuelvo a tener esperanza. Una esperanza pequeña, temblorosa ahora mismo porque acaba de salir del hono y que no sabe exactamente lo que puede ocurrir.

Por cierto, mi madre me dijo ayer que cada persona ya tiene un destino escrito. Y le contesté que no era cierto, mi destino aún no ha escrito. Estoy luchando por él y ahora más que nunca. Si estuviera escrito, no estaríamos luchando, lo dejaríamos estar y ya esperaríamos que ocurrieran las situaciones que nos tiene preparada la vida. No, no me creo los destino escritos.

0 comentarios

Esperanza

Me quedan escasas horas para conocer algo que puede cambiarme la vida. Sí, estoy esperando, últimamente me está entrando un odio terrible a la palabra esperar: lista de espera, espérate. Pero esperanza me gusta mucho y eso que algo de espera lleva. Me gusta porque pase lo que pase, la esperanza siempre está. ¿No dice el refrán que la esperanza es lo último que se pierde? Cierto es. Últimamente han cambiado las cosas y no me ha ido bien, he caído, he caído, he caído y me he vuelto a caer. Estos meses me ha costado sonreír, hasta que llegó un momento y dije BASTA. Caer en el pesimismo y lamentarte no va a hacer nada. Hay que intentar mirar adelante. En ese momento es cuando actúa la ESPERANZA. Poniendo firmes a tus sentimientos, obligándolos a continuar. Porque si queremos continuar, debemos afrontar las cosas. No sé si debería llamarse optimismo o instinto de supervivencia. Ojalá pudiéramos ir al supermercado y pedir una dosis de esperanza y ya de paso, de suerte. Ahora mismo necesito suerte o factor externo porque mi futuro ahora mismo no depende de mí, sino del resultado de una lista de espera. Puede que dentro de dos días mi vida de un giro de 360º. Y lo necesito, no quiero alargar más esta espera. Es estúpido. Pero sé que pase lo que pase, seguiré teniendo esperanza. El próximo martes 13 de septiembre sabré lo que me depara el futuro. Nunca he sido supersticiosa pero esta situación me hace tener miedo.

0 comentarios

Mi manera ser feliz

Esperar es siempre difícil. Odio la palabra esperar. En la vida esperamos mucho, esperamos un día, esperamos que se cumpla algo, esperamos a alguien, esperamos para irnos... Esperar es vivir el futuro y no disfrutar del presente, significa darle mucho valor al futuro que después, probablemente nos desilusione. Últimamente he aprendido varias cosas:
1. No esperes nada. No dejar pasar el tiempo. Si están esperando que algo suceda y está dentro de tus posibilidades, intenta que suceda YA.
2. Ni tampoco de nadie. La única persona que va a estar siempre contigo, en lo bueno y en lo malo, hasta el final de tus vidas, eres tú mismo. Cuídate y mímate. No esperes que esa persona te haga algo. No esperes nada de nadie porque la vida es como un juego, y todos queremos ganar.
3. La suerte está en ti mismo. Si crees en el destino o en una suerte externa, estarás lleno de pesimismo cuando las cosas te vayan mal. Tú tienes el rumbo de tu vida, puedes cambiar la situación. Nosotros escribimos nuestro destino.
4.No te fíes del principio causa y efecto. Si eres buena persona y haces cosas buenas, te sucederán cosas buenas, ¿no? Tampoco te lo creas. Pensaba que era así, me considero buena persona y no me estaban sucediendo cosas buenas, algo contrario, tenía un problema tras otro. ¿Por qué? Creo que es por lo que he dicho en el anterior número, la suerte, nuestra fuerza interior o como queráis llamarlo es lo que escribe nuestro futuro. Claro que hay un factor externo en nuestras vidas, algo que no podemos controlar, quizás un 40% de nuestra vida está controlada por las enfermedades, accidentes, decisiones de otras personas... Pero el otro 60% es nuestra fuerza interior para controlarlo, el saber estar, el saber actuar ante este factor externo. Puedes ser buena persona y que te sucedan cosas malas, aquí juega el factor externo sobre todo.
5.Cree en ti. Para mí está es la más importante. Quizás debería haberla puesto la primera. Hay que creer en nosotros mismos, confiar en lo que estamos haciendo. Es la más difícil de cumplir. Ahora mismo estaba pensando que quizás alguien comente que mis pensamientos son erróneos. Ya estoy dudando de mí misma. Hay que amarse a uno mismo (no en exceso para evitar caer en el narcicismo y en el egoísmo). Todos somos guapos. Tú tienes algo mágico.
    5.1. Buscar nuestras virtudes. Hacer una lista de al menos 5 virtudes, gustos.... Mi lista es la siguiente: Solidaria, amable, me gusta hacer que la gente se sienta bien estando conmigo, romántica, sensible...
  5.2. Buscar 3 defectos más notables de nuestra persona. Después, intentar buscar el origen de ese problema, intentar  suavizarlos. Mi lista es la siguiente: me considero una persona demasiada "puritana", es decir, prefiero no decir palabrotas, guardar la compostura... me cuesta confiar en la gente, soy demasiado perfeccionanista, quiero hacerlo a la primera y no me gusta que me digan que me he equivocado o como tengo que hacer las cosas.
  5.3. Es normal tener defectos. NO SOMOS PERFECTOS. Esto también es algo difícil de aprender. Para comprender esta frase, hemos de aceptar nuestros defectos como algo que forma parte de nosotros mismos. No podemos evitar tener esos pequeños defectos, puede suavizarlos o intentar controlarlos, pero siempre van a estar así. Tampoco podemos compararnos, podemos ver a conocidos que parecen tener una vida perfecta o famosos que son bellísimos, pero no conocemos realmente su vida personal, no conocemos sus pensamientos interiores. Pueden estar mal y no demostrarlo. La perfección consiste en la imperfección. A veces, la imperfección es bella.
5.4. Confiar en los amigos. No me refiero a confiar ciegamente, sino a dejar que nos mimen, que nos abracen. El otro día estaba con unos amigos, tenía frío y tenía unas ganas inmensas de que alguien me abrazara. No tener estas cosas nos hace sentirnos débiles. Hay que cultivar a los amigos, hacer que disfruten y que tú disfrutes con ellos. Si no te sientes agusto, cambia de amigos.
5.5. Admitir lo que somos. Por ejemplo, si eres una persona tímida, no podrás ser popular y conseguir amigos así como así y ser la reina de la fiesta. Tenemos que conocer nuestros límites y a partir de ahí, conocer lo que podemos y lo que no podemos hacer. He puesto el ejemplo de una persona tímida porque yo lo soy y antes de empezar el instituto me imagina así, tener el "control" (por decirlo de alguna manera) de la clase. Pero fue bien distinto. Me costó integrarme. ¿Por qué? Porque soy como soy y no puedo ser otra persona.
5.6. Piensa primero en ti y luego en los demás. Las personas inseguras queremos gustar a todo el mundo, por eso, a veces hacemos cosas que no nos gustan, las hacemos para agradar a los demás. Hay que comprender que no podemos caer bien a todos. Por eso hay que saber decir NO cuando es necesario, cuando es algo que tú no quieres hacer. Esto también es difícil de hacer. A mí personalmente me cuesta decir que no porque pienso que van a dejar de ser mis amigos. Hay que dejarse de excusas tontas y decir que no. El "no" puede ser una palabra bonita, puede expresar libertad, rebeldía, justicia... Quien por un "no" deje de confiar en ti no merece tu confianza. Además, también es bueno que nos miremos en el espejo y veamos que somos guapos, decirnos cosas bonitas. Que ojos más bonito, que nariz tan bonito, que labios más jugosos... Mírate con tus propios ojos y no con un espejo, es decir, como te mirarían los demás. A veces somos tan exigentes con nosotros mismos que haces de un defecto pequeñísimo una tempestad. Si te miras bien, podrás ver esa belleza que sólo algunos pocos pueden disfrutar. Cuando la encuentres, los demás podrás verla. Así, cuidaremos nuestro aspecto y nos sentiremos más seguros. Yo por ejemplo hace unos años me veía fea. ¡Incluso una vez, yo soy de constitución muy delgada (mi IMC es inferior al 18%), veía mis piernas gordas! De rostro me veia fea (esto también puede ocurrir por el factor externo, malas compañías) cuando salí de esas "compañías" empecé a verme guapa, que la gente no se fijaba en mi físico sino en lo que podía aportar. Ahora pienso que soy guapa, no un bellezón como una modelo (eso es belleza artificial).
6.Cuidar a los que te rodean. Normalmente, intentamos mostar nuestro lado más simpático a los demás y nos guardamos las asperecas, los rencores, los enfados para cuando estamos con nuestro íntimos. Y lo paga la gente que no se lo merece: nuestros amigos o familiares.
7. Estar preparado para la adversidad. Este verano comprendí que la vida no es justa, los que menos se lo merecen son los que salen mejor parados. Este número complementa al del principio de causa y efecto. Esperas que suceda una cosa, lo deseas y nada. No consigues nada. Ante todo, por mucha positividad y ganas de éxito, hay que tener eso en cuenta. La vida es injusta. Este paso se aprende a través de la experiencia, te llevas un batacazo pero entonces conoces que la vida no es de color de rosa.
8.Si quieres algo, lucha, haz todo lo que esté en tus manos para conseguirlo. El esfuerzo hace la victoria. Si realmente deseas algo, no esperes, ¿de qué vale esperar si puedes conseguirlo ahora? El no ya lo tienes, ahora vete a por el . Si quieres, puedes. Y como Albert Espinosa en El libro amarillo "Si crees en los sueños, ellos se crearán". En el cristianismo la fe hace milagros. La fe en conseguir puede ser muy poderosa. Para perseguir tus sueños sólo tienes que creer en ti mismo, en tus posibilidades y olvidar lo que digan los demás. Quien lo ha conseguido te animará para que sigas y otros te dirán que no puedes, porque ellos no lo han conseguido y tampoco quieren que tú lo consigas . Por cada persona que no confia en ti debe aumentar tu fuerza, porque cuando lo consigas demostrarás a esas personas que sí has podido.
9.  Positividad. Iba a poner un número más para hacer un decálogo, pero lo añadiré en este. En el paso 7 hemos dicho que la vida es difícil y por eso mismo, hemos de superar los baches pensando en positivo. Si caemos en pensamientos negativos nos costará más salir a flote y nos hundiremos más en nuestros problemas. Yo opino que las cosas suceden por una razón, misterioza quizás. Nos hará más fuertes, aprender. Por ejemplo, en mi caso, tengo que irme lejos de mi famlia para estudiar la carrera que deseo. Pero quizás esto sea lo mejor para mí, quizás allí encuentre amigos o esté más agusto que allí. De todo podemos aprender. También opino que puede ser que ahora estemos pasando por una mala racha, pero dentro de poco habrá una racha buena. La vida parece más bonita cuando pensamos en positivo y además, estaremos más abiertos a los éxitos.
10. Buscar el sentido de nuestra vida. Al final he acabado haciendo un decálogo. Este se me ha ocurrido porque ayer leí una entrevista que le hicieron a Paulo Coelho. Odio que le pregunten sobre el sentido de la vida. Nunca se me había ocurrido hasta este momento. A la pregunta ¿Qué es el sentido de la vida? se debería preguntar al final de la vida. Cada uno tiene su propio sentido, no podemos buscar una respuesta única porque somos distintos (y a la vez tan iguales). Hay que encontrar el sentido de nuestra vida, eso que nos haga felices y por el que merece la pena que seamos recordados. Buscar el sentido de nuestra vida es potenciarnos a nosotros mismos, buscar lo mejor que tenemos y con eso, ayudar a los demás.

Al final esto parece más un decálogo de autoayuda. Pero me ha ayudado mucho. He mostrado una parte de mí misma, me he abierto a desconocidos, a internautas que no conozco. Pero esto es un primer paso. Las pirámides de Egipto no se construyeron de la noche a la mañana, fue un largo proceso. Con esto no pretendo que nadie siga esto pasos, que lo intente, pero esto es lo que he aprendido y lo que me gustaría llevar a la práctica. No necesitamos ningún manual de autoayuda porque lo que hagamos y lo que dejemos de hacer está en nosotros. ¡Cuántas veces he intentado leer o escuchar alguna canción que me abriera la mente y cambiara mi forma de ser! Las cosas no funcionan así, ningún libro te ayudará a tener amigos ni mejorar tu autoestima si no pones de tu parte. También opino que ante el peligro, nuestro instinto de supervivencia nos hace hacer cosas que jamás pensaríamos que íbamos a hacer. En resumen, no hacer a caso a ningún libro que ponga Cómo ser feliz. Intentar escribir vuestro propio manual, poniendo comentarios muy personales, os sentiréis un poco más libres. Porque la gente que busca esos libros simplemente tiene poca autoestima y para recuperar esa autoestima hay que aprender a valorarse a uno mismo, expresar los sentimientos abiertamente y dejarse querer. Porque la autoestima necesita a los demás. ¡Somos seres comunitarios! Necesitamos convivir. Déjate querer, déjate seducirte, déjate amar, déjate besarte. Y el comienzo para dejar de ser inseguros es un blog donde comentéis vuestros sentimientos, es una manera de expresar vuestros sentimientos. Si queréis hacerlo anónimamente, es decir, que nadie de vuestros amigos o conocidos conozca este blog. Yo personalmente soy cada vez una persona más abierta. Por lo que en mi caso, esto funciona o soy yo la que ha cambiado. Escribe tu propio decálogo, lo que te hace feliz y lo que deberías cambiar de ti mismo. Es como si dieras consejos a los demás pero en realidad te los estás dando a ti mismo. Y ante todo, optimismo.

0 comentarios

Impuntual

Estaba oscuro. Se había vuelto oscuridad. La había perdido. Para siempre. Se marchó y dejó en su corazón un vacío que nadie más lograría llenar. La herida era tan grande que la oscuridad fue entrando en él. La quería, la amaba, la deseaba, y con locura. Pero, ¡joder!, la había dejado marcharse. Y en ese momento, se dio cuenta que su vida no tenía sentido sin ella, porque ella era su vida. Ella era como su brazo, sus ojos, su corazón... una parte más de él. Era su complemento, su mitad, su oxígeno para vivir. La necesitaba y no sabía cuánto hasta ese momento.

Era sábado, doce de la madrugada cuando tomó la decisión  más importante de su vida. Iba a ir a buscarla. Se arregló, cogió una chaqueta, dinero, las llaves y se marchó. Cruzó las calles hasta llegar a la estación de autobuses. Al ser fin de semana estaba la línea del aeropuerto disponible. Compró un billete para las doce y media. Tuvo que esperar media hora eterna. Intentó llamarla pero no le cogía el móvil.

Llegó el autobús. Subió y apoyándose en el cristal observó los coches circulando. Llegaron a la autopista. Había tráfico. Parecía que había ocurrido un accidente. Sintió algo extraño en su cuerpo.  Una menos veinticindo y no habían avanzado. Aún quedaba un cuarto de hora.

Una menos cuarto. Había llegado al aeropuerto. Salió corriendo, albergando un mínimo de esperanza. Miró a la izquierda. Luego, a la derecha. No había rastro de ella. Encogió los puños. La había perdido para siempre. Se había ido ya. Se iba a sentar. Pero vio a sus padres. Corrió a ellos.

-¿Se ha ido ya?
-Aún no ha llegado.

0 comentarios

Sentimientos

Ese sentimiento que sientes cuando has ayudado a alguien que esta peor que tú. Un sentimiento que te hace poner los pies en las tierra, diciéndote en tu mente: ¡oye, que hay gente peor que tú! y entonces tus problemas se hacen mucho más pequeños.

0 comentarios

días negros

Llevo una mala racha. Depresión, ánimo alicaído, humor irritante, casi tóxico... Días nublosos que espero que salga pronto el sol. Según mi tío, me estoy  haciendo adulta, dándome cuenta de como es la vida. Cierto es que la vida es traicionera y pocas veces podrás anticiparte a los acontecimientos. Ser adulto supone mucho sufrimiento, supone ser consciente de que la vida es así, a veces buena y otras malas, unos días de fiesta y otros de llanto, unos días de decisión y otros de tranquilidad. Es fácil decirlo, pero es muy difícil llevarlo a la práctica. No soy muy propensa a creer en la suerte, pero últimamente creo en ella y mucho. Creo en la mala suerte que tengo. Nada me está saliendo bien. Tengo problemas con la universidad, con los amigos, con la familia... La verdad es que cuando se te junta todo es difícil seguir adelante. La negrura, el pesimismo te obstaculiza el frente y te paras. Pierdes la ilusión y poco a poco toda esa negrura se acumula en tu cuerpo. Creo que me ha pasado eso. Tantas preocupaciones, dudas y malestar han provocado que la tristeza me llene y esto te provoca estar aún peor. No me gusta que me vean llorar ni sufrir, siempre intento estar sola y cuando hay alguien, reprimo esas lágrimas y miro el suelo. Pero ya me han pillado y lo he soltado casi todo. La verdad es que cuando alguien está contigo, te ayuda a estar un poquito mejor. A pesar de todo lo malo, aún sigo pensando que en algún momento la vida me sonreirá; no puede ser tan puñetera de no darme un respiro para ser feliz.

0 comentarios

Yo

La suerte no es la misma para todos. Unos tienen la vida perfecta al mínimo esfuerzo, mientras que otros ni poniendo todo su empeño pueden aspirar a más. A mí me gustaría aspirar a más pero no me estoy esforzando por conseguirlo, soy cobarde. Me limito a ver lo que me ofrece la vida y sólo algunas veces elijo, decido, cambio las cosas. No sé adaptarme a los cambios, tengo miedo de lo que no sé, soy muy exigente conmigo mismo y provoca que cuando estoy con alguien me exija que tanto que las cosas no funcionen bien. Me gustaría ser perfecta pero sé que tengo limitaciones. Me gustaría estar con alguien desconocido y poder hablarle como si lo conociera de siempre. Soy perezosa, mi habitación está hecha un desorden, soy olvidadiza y despistada, no soy creativa, soy torpe, me cuesta confiar en la gente y creo una barrera fronteriza. No sé cocinar ni hacer manualidades (desde pequeña me las hacía mi madre), tengo el móvil de adorno y no cojo los números que no conozco. Odio las lentejas, los garbanzos y demás verduras. Como poca fruta y odio los bichos. En situaciones comprometidas no sé como actuar y digo lo primero que se me pasa por la cabeza. Soy cabezota, puede que te esté dando la razón pero en el fondo sé que la tengo yo.  Sólo bailo cuando estoy borracha.Me dan vergüenza muchas cosas. Soy frágil.
Lloro por cualquier cosa (a veces, otras no), soy sensible. Siempre intento ir con una sonrisa por delante. No me gusta pelear y no me suelo enfadar (en los 18 años que llevo sólo me he enfadado una vez).  Soy tranquila e intento tomarme las cosas con calma. Soy optimista, pienso que las cosas suceden así por una razón y si ahora mismo pasas por una mala racha no te preocupes que ya llegará tu momento. Soy idealista, creo que el mundo puede ir mejor.  Me gusta viajar y me gustaría dar la vuelta al mundo (no en ochenta días).  Odio las corridas de toros y me pongo enferma cada vez que veo en las noticias noticias sobre maltrato de animales. Soy de izquierdas y  firme en mis pensamientos. Creo en Dios pero no en las instituciones que lo representan. Me gusta la medicina y la literatura. Soy voluntaria de Cruz Roja. Me gusta ayudar a los demás. Algún día espero viajar a África ayudando a los más desfavorecidos. Creo que en todas las personas hay algo bueno. Amo a mi familia. Creo que es más importante que el trabajo. Creo que en el amor de los cuentos y busco mi príncipe azul. Me gusta ir de fiesta y por qué no, ligar. He hecho el Camino de Santiago y quiero repetir. Me encanta Italia, Irlanda y Galicia. Aún no he viajado en avión. Odio los colegios privados. Me gustan los campamentos. Me gusta la playa y la montaña. Prefiero el camping al hotel. Me gusta la comida basura, la pasta y el pescado. Soy más de novelas románticas que de ciencia ficción. De pequeña soñaba con ser escritora, ahora médica. No creo en el azar ni en el mal de ojo. Tampoco en los fantasmas aunque me da miedo ver películas y escuchar historias de ese tipo. No creo en el horóscopo aunque a veces lo leo. Sueño, y mucho.