Caer y levantarse

Cuando nos ocurre algo malo, algo que no nos esperábamos sufrimos una especie de proceso de caída y recuperación. Caemos y nos levantamos. ¿Cuánto dura la caída? Depende de la gravedad del asunto y de la capacidad de autorecuperación de la persona. Hay gente que cae aún más en su desdicha y otras, que intentan olvidar enseguida, otras que que intentan ver el lado positivo... Pero a veces ese "algo" no tiene nada positivo o que es un problema que si lo vemos desde otra perspectiva tiene solución. Mi proceso de recuperación es el siguiente:
1. Estado de shock. No me lo creo, pienso que tiene que haber una equivocación. Intento buscar razonamientos para que haya podido ocurrir aquello.
2. Poco a poco soy consciente de la realidad y me enfado con el mundo.
3. Caída profunda. Es inevitable caer en este proceso. Todos hemos caído aquí. Nos desdichamos más, perdemos la esperanza, no hay solución. También podría llamarse "ceguera total". Nos decimos la poca suerte que tenemos, las cosas malas que nos están pasando... Esta situación empeora cuando alguien conocido que está pasando por una situación parecida a la tuya le va mejor que a ti. Nunca me he considerado celosa pero sí que lo soy. Ahora mismo siento envidia de esa amiga que tiene mejor suerte que yo. Y me hace estar peor, pensando que a mí las cosas no me van bien. Dos años esforzándome para luego hacerlo mal, tres meses esperando y ahora aún tengo que esperar más a algo que probablemente no suceda. Cuando me dieron la noticia estaba mi madre y cuando estaba en el proceso 2 me dijo que las cosas no suceden como queramos. Y ya lo sé, pero es normal que en un primer momento estés así. No puedes racionalizar tus sentimientos. No puedes evitar que cuando una ilusión se rompe estés triste y apagada. Ahora mismo estoy en este proceso, ya lo veis, estoy teniendo una actitud de autocompasión. Una manera de desahogarse es llorar. No me gusta llorar pero a veces es necesario. Unas personas gritan y se enfadan, otras lloran.
4. No perder la esperanza. Intentar buscar una alternativa. Después de la tormenta siempre llega la calma. Intentar pensar en positivo. Pero el problema de esto, es que la esperanza te devuelve la ilusión, una ilusión que te pueden romper en mil pedacitos. Así que hay que prepararse para lo bueno y para lo malo. Como bien dicen, es muy fácil hablar pero no llevarlo a la práctica. Y esto es algo prácticamente algo imposible. Cuando tienes esperanza, tienes una ilusión no piensas en los contra, en lo que te ha hecho estar en esta situación. Yo vuelvo a tener esperanza. Una esperanza pequeña, temblorosa ahora mismo porque acaba de salir del hono y que no sabe exactamente lo que puede ocurrir.

Por cierto, mi madre me dijo ayer que cada persona ya tiene un destino escrito. Y le contesté que no era cierto, mi destino aún no ha escrito. Estoy luchando por él y ahora más que nunca. Si estuviera escrito, no estaríamos luchando, lo dejaríamos estar y ya esperaríamos que ocurrieran las situaciones que nos tiene preparada la vida. No, no me creo los destino escritos.

0 comentarios: